Publicado originalmente en: “Mercado en Vivo”, Newsletter de Linkedin
Por: Fernando Balbuena
Presidente y Co-fundador de Mercado Cambiario S.A

En Perú, el tipo de cambio es mucho más que un número técnico o una línea en el informe económico. Es una variable estratégica que influye diariamente en decisiones empresariales, presupuestos familiares y en la salud financiera del país.

Esto no solo se explica porque más del 60% del comercio internacional del país se realiza en dólares. También responde a una realidad cultural: una gran parte de los peruanos ahorra en dólares como forma de protegerse frente a la inflación, la incertidumbre o la devaluación del sol.

Y sin embargo, pocas empresas y personas manejan activamente su exposición al tipo de cambio.

¿Por qué el tipo de cambio debería importarte (más de lo que crees)?

– Si importas productos o servicios: una subida del tipo de cambio puede encarecer tu estructura de costos rápidamente.

– Si exportas: una caída repentina del dólar reduce tu ingreso neto en soles.

– Si ahorras en dólares o recibes pagos en esta moneda: la conversión diaria puede significar una ganancia o una pérdida, dependiendo de cuándo y cómo lo hagas.

En todos los casos, una diferencia de centavos puede convertirse en miles de soles en el tiempo.

La clave: pasar de aceptar el precio a participar en su formación

Tradicionalmente, los usuarios han sido tomadores de precio. El banco o casa de cambio ofrece un tipo de cambio, y simplemente se acepta. Pero el mundo financiero moderno ha evolucionado hacia esquemas más participativos, donde los usuarios pueden incidir en el precio, no solo aceptarlo.

Aquí entra el concepto de mercado abierto: un modelo donde compradores y vendedores negocian en tiempo real, sin que una entidad central fije el precio. Así funciona, por ejemplo, la bolsa de valores o el mercado de divisas internacional (Forex).

Aplicar esta lógica al cambio de dólares en un contexto local tiene implicancias potentes:

– Transparencia total: los precios se forman frente a los ojos de todos.

– Competencia real: más actores participando generan mejores condiciones.

– Autonomía financiera: las personas y empresas dejan de ser espectadoras para convertirse en protagonistas.

¿Qué puede hacer una empresa o un profesional hoy?

– Estar informado del tipo de cambio diariamente y no asumir que el precio que se ofrece es el mejor posible.

– Planificar pagos y cobros en dólares con una visión estratégica.

– Evaluar plataformas y herramientas que permiten operar en entornos más abiertos, donde se puede comparar y decidir mejor.

Reflexión final

La eficiencia en los mercados no solo se logra con tecnología, sino con participación informada. Y eso aplica tanto para grandes inversiones como para el día a día de cambiar dólares.

Quizás es hora de que en el Perú dejemos de ver el tipo de cambio como algo “dado” y comencemos a verlo como lo que es: una oportunidad para decidir mejor.

¿Tu empresa o tú ya aplican una estrategia frente al tipo de cambio? ¿Has tenido experiencias positivas o negativas al respecto?